Las mujeres que sirven a Dioniso se identifican, en sus actos y en sus sufrimientos, con las compañeras que en el mito se encuentran irremisiblemente ligadas a él. Así como estas fueron cruelmente perseguidas en la leyenda de Licurgo, que conocemos de la Ilíada —y otros muchos mitos que nos hablan de su miseria y su padecer—, también en los cultos dionisíacos encontramos la persecución y el maltrato infligido a las mujeres