Después de que Chris la dejara con la excusa de que ella no saldría de Avalon, Sarah Glatz se centró más si cabe en su trabajo. En el hotel han hecho reformas y han añadido algunos nuevos servicios que está atrayendo a más público durante el invierno. La han ascendido a directora y ahora ella está al cargo. Mucha responsabilidad sobre sus hombros.
Además, está de los nervios porque después de organizar la boda de su hermana, muchas de las jóvenes de la isla se ha animado a celebrarla en el mismo hotel. Está feliz de que su hermana esté formando una familia. Además, han comprado una casa junto a la de la abuela.
Para colmo, un atractivo danés llamado Erik Bentsen, ha llegado a la ciudad y se hospeda en el hotel. Ella está ligeramente mosqueada, porque los nuevos dueños del hotel son de Dinamarca, y recibió hace días un email algo incómodo. ¿Este hombre está de paso o ha sido enviado por la empresa para fiscalizar lo que hace?
Sarah se prometió no sentir nada por nadie y menos por alguna persona que la pudiera alejar de su querido Avalon.
Erik descubre una forma de vivir distinta a la suya.
¿Serán capaces de tomar decisiones profesionales importantes a cambio de estar juntos?
