En medio de una situación de extremo dolor, el protagonista percibe que, junto a su crisis de salud, sucumbe también su ánimo. Sin embargo, algo extraordinario ocurre que cambia radicalmente las cosas. La salida llega, y lo hace de un modo tan peculiar que el autor comenta: «Te advierto que tendrás que hacer un esfuerzo para creer lo que a continuación voy a contarte, pero créeme, vale la pena que admitas la veracidad de mi relato»?. Tras una experiencia tan extraordinaria, el autor sentencia: ?«Quien diga que la noche carece de luz debe estar ciego, o tener sus ojos cerrados, o tal vez no conozca la noche. He visto cielos nocturnos tan hermosos que quedé extasiado de su belleza, y tan luminosos que mis pupilas respondieron con lágrimas ante tal inundación de luz. Tales cielos siempre corresponden a los lugares más oscuros, porque cuando se apagan todas las luces a nuestro alrededor es cuando se encienden las lámparas celestes».In the midst of extreme pain, the protagonist perceives that along with his health crisis, his spirit also succumbs. But something extraordinary happens that drastically changes everything. A way of escape arises, and it comes in such a peculiar way that the author says: “I want to warn you that you’ll have to make an effort to believe what I’m going to tell you next, but believe me, it will be worthwhile for you to accept the truthfulness of my account.” After such an extraordinary experience, the author affirms: “Whoever says the night is devoid of light must be blind or have his eyes closed or maybe not know the night. I’ve seen night skies so glorious that I became captivated with their beauty, and so brilliant my pupils responded with tears in the face of such a flood of light. Those skies always correspond to the darkest places, because when all lights around us are turned off, that is when the heavenly lamps turn on.”