Posteriormente comenzó un avance sobre la región de Isauria, al norte de Cilicia. Este país salvaje y montañoso, que casi no tenía ciudades y estaba cubierto de montañas, era un verdadero refugio de pueblos que vivían del robo, el saqueo y la piratería. Solo después de una campaña de tres años, pudo ser aparentemente sometida a Roma. Pues, a pesar de su derrota, los isaurios continuaron con sus costumbres depredadoras.