Los famosos debates sobre la «antropofagia» que tuvieron lugar en el Brasil de principios del siglo XX son una variante de este enfoque en la medida en que se trataba de hacerse con algo ajeno y digerirlo. La metáfora de la digestión es muy vieja. Ya Séneca la usaba, entre otros, en el mundo antiguo y se reutilizó en el Renacimiento, como demuestra el epigrama de Francis Bacon (1561-1626) contenido en su ensayo «De los estudios»: «Algunos libros hay que degustarlos, otros hay que tragárselos y sólo unos cuantos merecen que los mastiquemos y los digiramos». Sin embargo, sería en Sudamérica, y sobre todo en Brasil, donde se elaboraría y usaría más.