¿Recuerdan la época en que Lauren Bacall pedía fuego,
Marlene Dietrich lucía una larga boquilla y Marlon Brando
escupía una colilla? El cigarrillo era un ritual, una forma de
conquistar la edad adulta, y, para las mujeres, tener los
mismos vicios que los hombres. A través de su relación con
el cigarrillo, la autora describe y narra el placer de fumar y el
duelo de tener que hacerlo. Es un homenaje a un vicio que
fue amor, dice la autora, a una relación más larga que un
matrimonio, compañero que nos mata lentamente.
