Alcanzar el conocimiento de lo que somos es reconocer que somos una unidad indivisa con Dios, en Cristo. La reunión de nuestra naturaleza humana con la divina, o mejor dicho el hacernos conscientes de ello, es aceptarnos tal como somos en verdad. Somos una nueva humanidad. Un nuevo ser en el que se reúne lo humano, lo crístico y lo divino en una sola realidad santa. Vivir en armonía con esta verdad nos permite vivir en paz con nosotros mismos, y por ende con los demás y el mundo entero. Somos Cristo humanado. Somos el Hombre-Dios. La revelación y feliz aceptación de esta verdad es el propósito de Elige solo el amor. Elige solo el amor llega como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal, aunque no siempre somos conscientes de ello. Esta revelación se dirige a la sanación de la memoria, es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser. Elige solo el amor llega como una revelación para ayudarnos a hacernos más conscientes de la relación directa que tenemos con el amor que Dios es. Esta relación es universal, aunque no siempre somos conscientes de ello. Esta revelación se dirige a la sanación de la memoria, es decir, a la restauración en nuestra consciencia del conocimiento del amor de Dios, en el que alcanzamos la plenitud del ser. Elige solo el amor es un compañero de viaje hacia el encuentro directo con nuestro verdadero ser; un viaje sin distancia que nos lleva al conocimiento de un amor que no tiene principio ni fin: el amor divino que somos en verdad. El alma sabe quién la creó y siempre vuelve al primer amor, y ese es Dios.