Laura Esquivel

el amor no se piensa, se siente o no se siente.

Para que recuerdes que el flojo y el mezquino andan doble su camino.

verlas ahora libres de las órdenes de su madre no sabía qué pedirles que hicieran, nunca lo había decidido por sí misma.

Durante el entierro Tita realmente lloró por su madre. Pero no por la mujer castrante que la había reprimido toda la vida, sino por ese ser que había vivido un amor frustrado.

En la gota de rocío brilla el sol
la gota de rocío se seca
en mis ojos, los míos, brillas tú
yo, yo vivo…

la gastronomía en un código de sensualidad cargado de penetrantes aromas, de colores deslumbrantes. T

Lo malo de llorar cuando uno pica cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza, como quien dice, se pica, y ya no puede parar.

Como se imaginarán, la consabida nalgada no fue necesaria, pues Tita nació llorando de antemano,

Perdería su tiempo y me haría perder el mío. Sabes muy bien que por ser la más chica de las mujeres a ti te corresponde cuidarme hasta el día de mi muerte.

Este frío sobrecogedor la habría de acompañar por mucho tiempo sin que nada lo pudiera atenuar,