No existe cosa tal como “gente” o “pueblo” en singular, y la gente, en plural, tiene diferentes intereses, valores y normas.
Adal Cortezцитуєторік
En las elecciones, las personas y los pueblos –ahora en plural– son omnipotentes; entre elecciones, son impotentes. Y así es como muchos teóricos de la democracia consideraron que debía ser.
Adal Cortezцитуєторік
Lippman (1956) insistió en que el deber de los ciudadanos “es definir quién ocupa el cargo y no dirigir a quien lo ocupe”.