La Bestia Equilátera

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La mano que abastece las farmacias domina el mund

violencia del libro no pertenece a los crímenes de la vida real, y adquiere, por abstracta, un grado mucho más ominoso. La escena de desnudez la proporciona una ventana abierta. Esta confiada, fluida, confianza en el abecedario simbólico de la novela es una invitación.

Heráclito no dijo que uno no puede bañarse dos veces en el mismo río. Lo dijo uno de sus seguidores.

Heráclito sí dijo, sin embargo, que rezarles a las estatuas de los dioses era como hablarle a una casa en lugar de a su dueño.

Paciencia, y barajar las cartas.

¿Debemos querer decir lo que decimos?

Si un buey pudiera pintar un cuadro, su dios luciría como un buey.

Antes de encender el horno para suicidarse, Sylvia Plath dejó leche y pan con manteca en el cuarto donde dormían sus dos hijos.

Mallarmé aprendió inglés específicamente para leer a Poe.

El entusiasmo por Poe es la señal de un estado de reflexión decididamente primitivo.

Ninguna de las hijas de John Milton recibió educación, aunque a dos de las tres les enseñaron a leerle cuando se quedó ciego.
En idiomas de los cuales no entendían una palabra.