La historia muestra un permanente zigzagueo de la condición de posibilidad de mayor reconocimiento por parte de las poblaciones femeninas, desde luego, no se puede pasar por alto el contexto de inscripción de clase ni su identificación étnica, dimensiones que han coadyuvado decididamente a los marcos de segregación y dominio. Pero hay acuerdos acerca del mayor sometimiento femenino con la expansión de los ideales patriarcales burgueses, pues fue la madurez del sistema capitalista y la rotunda afirmación de la burguesía como grupo dominante la clave del fortalecimiento del régimen patriarcal.