—Tengo bolsillos, por si no lo sabías. Podrías haberme dado las tarjetas y el móvil para que te los guardara.
—No se me ha ocurrido. He dejado el móvil en casa porque no sabía dónde guardarlo. —Pero, sabiendo que tenía esa opción… Por eso las mujeres tenían novio.
Aunque Michael no era su novio.
Sintió que le introducía los dedos por el escote del vestido y, sin querer, le rozó un pezón haciendo que el deseo corriera por sus venas y que el pezón se endureciera antes de que él encontrara el carnet de conducir y lo sacara. A juzgar por el brillo que vio en sus ojos, el roce no había sido accidental.