se clavaron en sus lunares y se enredaron en su pelo. Allí estaba. Besándolo. Besándome. Besándonos.
Maive Pereyraцитуєторік
Cuando abrí la puerta, sus ojos encontraron los míos. O tal vez, los míos encontraron los de él. Tal vez nos encontramos a medio camino, como sabiendo que algo estaba mal en la idea de que ese fuera el final.
Maive Pereyraцитуєторік
Mi santuario comenzaba a parecerse a una cárcel y yo corría de un lado a otro, poniendo baldes bajo las goteras que se abrían con su sonrisa, y tapando con barro los huecos por los que silbaba el viento con el sonido de su voz.