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Tina Vallès

  • Penélope C.цитує2 роки тому
    Y los ojos de mamá salieron del periódico y me miraron por primera vez antes de despegar
  • Penélope C.цитує2 роки тому
    con un abuelo en cada mano
  • Penélope C.цитує2 роки тому
    Y yo no entendía que la gente no se parase a vernos pasar por la calle, los tres bien cogidos de la mano, llenos de luz y de perfume
  • Penélope C.цитує2 роки тому
    Me gustaría ser sordo para ese silencio
  • Penélope C.цитує2 роки тому
    Tú te das cuenta de cuando te olvidas de algo?
    Después siempre viene un silencio y el abuelo se mira los pies, que andan solos.
    –¿Y tú te das cuenta cuando te equivocas?
    Nos hemos parado y nos hemos mirado; por suerte, porque con esa respuesta me había parecido que se había enfadado y que tendría que dejar de hacerle esas preguntas que tanto necesito hacerle. Ha insistido:
    –A ver, ¿tú cuando te equivocas te das cuenta en el momento o después, Jan? ¿Te das cuenta tú o te lo dice alguien?
    –O sea, que no te das cuenta.
    –¿Este árbol se da cuenta de que se le caen las hojas? ¿O sólo lo vemos nosotros?
    –Siempre los árboles...
    –Sí, los árboles me sirven para contestar a lo que me preguntas, y lo que también me pregunto yo mismo. Los miro y me ayudan a encontrar casi todas las respuestas.
    –Pues yo no las entiendo
  • Penélope C.цитує2 роки тому
    Si mis padres supieran todo lo que le pregunto al abuelo cuando volvemos del cole, seguro que me reñirían. Pero no entiendo cómo funciona su enfermedad, cómo se pierde la memoria, cómo se te puede vaciar la cabeza de todo lo que has vivido y lo que recuerdas, y necesito respuestas
  • Penélope C.цитує2 роки тому
    Cuando no pregunto, lo hace el abuelo, como hoy.
    –¿No quieres saber qué va a venir después?
    –¿Después de qué?
    –De perder la memoria.
    Me lo dice andando como si nada, mirando hacia delante, tan tranquilo. Intento hacer como él, tomármelo bien y esperar a que siga. Pero no puedo.
    –¿Tú quieres saberlo?
    –No del todo. Pero lo sé. Los médicos te lo cuentan todo, en especial lo que no quieres saber. –Al decir eso sí que se para y me mira–. Después de la memoria, me perderé yo.
    Tengo la boca llena y masticaría eternamente para no tener que decir nada nunca más.
    –Primero será la memoria, después yo.
    –¡Yo no te lo he preguntado!
    Echo a correr y lo dejo allí plantado, como un árbol. Que sea un árbol, que sea una calle, que sea lo que quiera, pero que sea. O que se vaya ahora mismo. Que no vuelva, que olvide el camino de casa, con la cabeza y con el corazón, y que no venga. Yo no le he hecho ninguna pregunta
  • Penélope C.цитує2 роки тому
    La abuela sin gafas, ni lápiz de labios, ni faja es una viejecita indefensa, lo sé porque cuando la operaron hace un año la vi en camisón, despeinada, sin gafas y medio adormilada y tuve que añadirle mentalmente todos los adornos
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