Carlos Dotti

edad produce en nuestro organismo dependen más de nuestra genética que del medio ambiente que nos rodea, tanto en la vejez misma como cuando fuimos niños

El ambiente, salvo en condiciones extremas (un accidente

con resultado de múltiples fracturas, una sobredosis de opioides que produzca fallo hepático, un exceso de ingesta de alimentos procesados que lleve a la obesidad, o una exposición prolongada a agentes nocivos), no es motivo suficiente para provocar una enfermedad, incluso tratándose de situaciones desfavorables que se mantienen durante mucho tiempo

Lo que un ambiente desfavorable provoca es un aumento en el riesgo de

Así, las personas obesas no siempre desarrollan diabetes, ni todos los diabéticos padecerán la enfermedad de Alzheimer; ni los hipertensos, demencia vascular; ni los maltratados durante la infancia, una adicción. El ambiente (pasture) contribuirá a que se manifieste una enfermedad si existe un fondo genético (breed) que predisponga a ello. Hoy sabemos que el mecanismo por el cual el ambiente nos puede

predisponer a sufrir enfermedades es la regulación de la actividad de los genes. El ambiente no modifica la estructura interna de los genes sino que afecta a la actividad de ciertas proteínas que se unen a los mismos y determinan si estos se expresan en mayor o menor medida.

Asimismo, la teoría postula que la disminución en la velocidad de procesamiento es responsable

de todos los demás déficits de memoria, de aprendizaje y de los estados de ánimo que acompañan al envejecimiento

En palabras más sencillas, para las personas mayores es más fácil distraerse

También queda afectada con el paso de los años la atención dividida, que permite enfocarse en múltiples tareas simultáneamente (por ejemplo, participar en una conversación