Enrique Urbina

Dicen que los átomos nunca se tocan
Que somos distancias y ya
Pero ahora yo con mi mano en tu espalda
En tu piel me doy cuenta de túneles secretos
Que nos unen con la luna
Que se muere a gritos como nosotros
Y te toco realmente.

me acercaré a ti en la noche
Como un espectro que ha encontrado un sitio una cueva
Un altar donde rendir culto a aquello que puede ser o no
Un sitio una cueva donde descansar y soñar

LA MUÑECA

la bruja, la niña la loca
que no para de escribir magia negra en las paredes
se baña con sangre virgen la suya
y grita mucho mucho para que nadie la escuche
tiene un secreto
sigue viva, sepultada en su castillo
agazapada por los maltratos de
la poesía veneno necesario.