Ana Negri

  • Marisol Cidцитуєторік
    Sentada ahí, en el suelo frío, también de mosaico blanco, aquella vez sintió que tenía una suerte de vocación para la soledad que la expulsaba de un lugar del que no quería irse, pero en el que ya no sabía cómo quedarse.
  • Marisol Cidцитуєторік
    ¿Y a ti no te parece duro cargar con el peso de algo que ni siquiera viviste?
  • Marisol Cidцитуєторік
    —Te estabas apoyando en mí, querrás decir, y con intención de sumirme.
  • Marisol Cidцитуєторік
    más cerrado que un banco en día feriado
  • Marisol Cidцитуєторік
    aún no reconoce que su independencia sigue sujeta a los deseos y disposiciones de otros.
  • Marisol Cidцитуєторік
    El problema, precisamente, mi gran problema es que te escucho demasiado bien. Me llenas la cabeza y si no te detengo, me arrollas, me pasas por encima.
  • Marisol Cidцитуєторік
    Quizá su madre estaba rota desde mucho antes de que empezaran los eufemismos.
  • romerobereniceцитуєторік
    —En serio, Mariano. Pudiste haber sido más claro antes y nos hubieras evitado todo esto, ahora me jodes el día, el plan completo. Me jodes todo, Mariano
  • romerobereniceцитуєторік
    —No, tener no tenemos, y como las cosas suceden a tu modo y a tu ritmo, claramente, no lo vamos a hablar ahora.
  • romerobereniceцитуєторік
    Fue un arranque porque necesitaba hacer algo drástico, porque me estaba quedando sin aire, porque cayó el chorro de pis y me hizo sentir miserable
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