Paul Celan

Ése pronuncia primero el nombre de ella.
Ése será decapitado con los tulipanes.

Los soles del sueño ligero son azules como tu cabello una hora antes del amanecer.

Ojos:
oro que la noche en mis manos contó,
cuando recogí ortigas
y roturé las sombras de los proverbios.

la cicatriz del tiempo
se abre

Estábamos muertos y podíamos respirar.

Es uno que lleva mi cabello.
Lo lleva en las manos como se llevan los muertos.
Lo lleva como el cielo llevó mi cabello el año en que amé.

nos miramos,
nos decimos lo oscuro,
nos amamos uno al otro como amapola y memoria,
dormimos como vino en las conchas,
como la mar en el rayo de sangre de la luna.

recuerda el tiempo cuando la noche con nosotros subió a la montaña,
recuerda el tiempo,
recuerda que yo era lo que soy:
un maestro de mazmorras y de torres,
un aire en los tejos, un bebedor en el mar,
una palabra a la que tú ardiendo desciendes.

Yo soy más liviano:
yo canto ante extraños.

Aquí — es decir, esta ciudad,
regida por ti y la nube,
desde sus tardes.