Lo que nos pertenece de verdad, Adine, eso no nos lo quita nadie. Lo que nos pertenece de verdad, tarde o temprano nos llega. Por eso, todas las nimias preocupaciones sobre lo que es tuyo y lo que es mío son banales. Todo lo que tenemos que hacer es seguir adelante; quien nos pertenece nos acompaña, quien no –hizo una pausa detuvo y tomó aire–, en fin, no puede detenernos