Deborah Levy

otra vez. No siento nada cuando tomo las pastillas.

Dio un manotazo a las hormigas que le trepaban por los tobillos.

–También he escrito sobre eso... Se titula Cogiendo rosas con Seroxat

Mitchell torció el gesto.

–Las chicas de tu edad no deberían utilizar palabras tan feas.

Su padre asintió con la cabeza como si estuviera totalmente de acuerdo. Nina

Las palabras feas son para los pensamientos feos. –Mitchell dio unos golpecitos en la sien de su cabeza calva y luego se chupó una gota de salsa de rábano picante del dedo pulgar–. Yo

Se sintió aliviado de que Kitty Finch no se encargara de responder a su pregunta y llegó a desear no haber ido allí.

Se sintió aliviado de que Kitty Finch no se encargara de responder a su pregunta y llegó a desear no haber ido allí.

intenso aroma del romero creciendo en cajas de madera en el alféizar de la ventana

verdad era que su marido era quien tenía la última palabra porque él escribía palabras y luego les ponía un punto final a todas. Ella lo sabía, ¿pero qué sabía su esposa

de Claude. Va a hablarme de mi poema. Nina, estoy tan nerviosa. Debería de haberme buscado un trabajo de verano en un pub en Londres y no haberme

Después de decir aquello, Kitty hizo algo tan espeluznante que Nina pensó que no lo habría visto bien

mujer dejó que él la cogiera del brazo y la condujera (un tanto rápido) al interior de uno de los bares de la playa