Julián Herbert

  • Juan Díazцитуєторік
    —¿Nunca has sentido que estás en el lugar correcto pero ya es hora de que te vayas?
  • marteцитує10 місяців тому
    Marisela Acosta. Con ese nombre, mi madre se dedicó durante décadas al negocio de la prostitución
  • marteцитує10 місяців тому
    Yo sabía —como lo sabe cualquier niño que haya crecido en las inmediaciones de un congal— que detrás de aquel bastión campeaba el revólver del sexo. Y tenía la vaga idea de que del sexo dimanaba una volátil mortificación de la carne mezclada con lo cotidiano, el dinero, el barullo de la noche y el silencio del día. Fuera de esta percepción esquiva y asquerosa, nunca entendí un carajo. Pero gracias al comentario de mamá logré, años más tarde, relacionar el sexo con la música, esa otra fuerza de la naturaleza que tundía a machetazos la desgracia desde nuestra consola Stromberg Carlson.
  • marteцитує10 місяців тому
    Yo sabía —como lo sabe cualquier niño que haya crecido en las inmediaciones de un congal— que detrás de aquel bastión campeaba el revólver del sexo. Y tenía la vaga idea de que del sexo dimanaba una volátil mortificación de la carne mezclada con lo cotidiano, el dinero, el barullo de la noche y el silencio del día. Fuera de esta percepción esquiva y asquerosa, nunca entendí un carajo. Pero gracias al comentario de mamá logré, años más tarde, relacionar el sexo con la música, esa otra fuerza de la naturaleza que tundía a machetazos la desgracia desde nuestra consola Stromberg Carlson.
  • marteцитує10 місяців тому
    Hace tiempo, en un coctel celebrado en Sant Joan de les Abadesses, un poeta y diplomático mexicano me dijo: —Leí esa nota autobiográfica tuya que apareció junto a tu cuento en una antología. Me resultó entretenida pero obscena. No me explico por qué te empeñas en fingir que una ficción tan terrible es o alguna vez fue real.

    Observaciones como esta me vuelven pesimista acerca del futuro del arte de narrar. Leemos nada, y exigimos que esa nada carezca de matices: o vulgar o sublime. Y peor: vulgar sin lugares comunes, sublime sin esdrújulas. Asépticamente literaria. Eficaz hasta la frigidez. En el mejor de los casos, una novela posmo no pasa de costumbrismo travestido de cool jazz y/o pedantes discursos Kenneth Goldsmith’s style que demoran cien páginas en decir lo que a Baudelaire le tomaba tres vocablos: spleen et ideal.

    «La técnica, muchacho —dice una voz en mi cabeza—; baraja la técnica».

    A la mierda: mamá fue en su juventud una india ladina y hermosa que tuvo cinco maridos: un lenón legendario, un policía abaleado, un regio goodfella, un músico suicida y un patético imitador de Humphrey Bogart. PERIOD.
  • marteцитує10 місяців тому
    No es la realidad lo que lo vuelve cínico a uno. Es esta dificultad para conciliar el sueño en las ciudades.
  • marteцитує10 місяців тому
    El escombro que sacábamos en carretillas no era polvo ni roca: eran muslos humanos. Qué curioso, le dije, no pensaba contártelo pero yo soñé que cerraban los puentes del periférico a un carril porque en el de alta se había volcado un tráiler cargado de cabezas gigantes como el autorretrato de Ron Mueck
  • marteцитує10 місяців тому
    Recuerdo un verso premonitorio de Juan Carlos Bautista: «Lloverán cabezas sobre México».
  • marteцитує10 місяців тому
    Los Madrugueros ganaron el campeonato municipal. Poseían lo necesario para ser una aplanadora: entrenamiento diario a una hora temprana y estricta, voluntad enfermiza de destacar en algo, prohibición de beber casi todas las noches, un disciplinado rencor, adiestramiento para hacer chapuza en equipo… Tenían también, por supuesto, la porra más provocativa y desconcertante del torneo.
  • marteцитує10 місяців тому
    voluntad enfermiza de destacar en algo,
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