La reacción de estrés se ha ido afinando de forma sublime durante más de un millón de años como mecanismo de protección; empezó con nuestros ancestros, quienes tuvieron que enfrentar incontables amenazas, como tigres dientes de sable y hambrunas. Actualmente, los tigres han sido reemplazados por una gran variedad de “monstruos mentales”