Entonces levanté la cabeza.
—Te encontraré otra vez, Lou. —Las palabras me vinieron sin ningún esfuerzo, como si hubiesen estado esperando en la punta de mi lengua. Una confesión propia. Tal vez las podría haber dicho antes. No lo recordaba. Tampoco importaba. Aunque había perdido nuestro pasado, me negaba a perder también nuestro futuro. Ni siquiera la muerte me lo arrebataría—. Lo prometo