La máquina del amor sagrado y profano

«¿Podía uno pensar tan intensamente en alguien y no ser visitado? ¿Pueden los fantasmas decidir manifestarse?»,

Derramar lágrimas no supone únicamente que tus ojos viertan agua de forma semiautomática, sino que es un acto que acostumbra a tener un propósito, incluso una aportación a la conversación.

Derramar lágrimas no supone únicamente que tus ojos viertan agua de forma semiautomática, sino que es un acto que acostumbra a tener un propósito, incluso una aportación a la conversación.

La vida es absurda y en su mayor parte, cómica. Cuando la comedia falla, lo que nos queda es la desgracia, no la tragedia.

Emily le había privado no solo de su bondad, sino de su predestinada vida feliz. Había ocasiones en las que la odiaba tanto por esto, que deseaba matarla.

Claro es que la memoria falsifica datos con el fin de ocultar desagradables conexiones casuales.

Se sentía indestructible porque estaba destruido.

Era tan importante tener pensamientos amables y reposados acerca de las personas en los momentos de ocio, especialmente acerca de los muertos, quienes, por ser insustanciales, tanto necesitaban de nuestros pensamientos.

olía humildemente al pasado,

¿Por qué le había sido inducida tan extraña creencia siendo él demasiado joven para defenderse de ella?