Prosodia y variaciones sintácticas

La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones

Los habitantes de Ficticia somos realistas. Aceptamos en principio que la liebre es un gato

Historia de los dos ¿que soñaron?

—No, Arreola, no lo soñó. Usted se quitó la ropa en la esquina de Bolívar

Empuñe resueltamente los dos extremos del dilema como las varas de una carretilla y empuje sin más con ella hacia el abismo

Recuerde que la cuerda es floja y que usted irá por la vida ya para siempre en monociclo

El error está en decidirse

—Perdone usted, ¿por dónde está la salida?

—Eso depende… ¿A dónde va usted?

La mujer que amé se ha convertido en fantasma. Yo soy el lugar de las apariciones.

Acólito embriagado en ondas de tenue incienso respiratorio, el joven la asiste en los ritos monótonos de su pereza malsana