reprimir una sonrisa. Él sacude la cabeza, levantando una mano a modo de disculpa. Y luego se rompe, riendo a carcajadas, resoplando mientras trata de amortiguar el sonido.
—Lo siento —dice él, presionando sus labios, sacudiendo la cabeza de nuevo—. Este no es un momento divertido. No lo es. No me estoy riendo.