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Josephine Tey

La señorita Pym dispone

  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    No estaba hecha de la pasta adecuada, su coraza era frágil y no había sabido soportar la tensión sin ceder a un mal instinto. Y sin embargo..
  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    Pero en última instancia había ocultado la verdad simplemente porque Innes no merecía el castigo que la ley le iba a imponer. Había sido sometida a una dura prueba y su nivel de tolerancia a la frustración era menor al de la media
  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    Innes no era una alumna popular, pero era obvio que había algo más que mera popularidad en aquellos vítores y aplausos. La admiraban y aquello era un tributo a una alumna especial
  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    Lucy le ocultó a su amiga, sin embargo, que a pesar de que había sido muy feliz en la escuela no tenía la menor intención de regresar. Y que intentaría borrar de su mente lo antes posible todo lo ocurrido en Leys, si es que su conciencia y el recuerdo de la pobre Rouse se lo permitían
  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    Pero en el caso de Innes había algo especial. Se percibía calidez y admiración, simpatía y buenos deseos, algo ausente cuando se trataba de las demás alumnas. Lucy se preguntaba si lo que verdaderamente conmovió a sus compañeras había sido su negativa de aceptar el puesto de Arlinghurst
  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    Mientras tanto y para siempre, mi gratitud, mi infinita gratitud
  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    Cuando la joven sacó la mano derecha Lucy vio que sostenía la pequeña filigrana plateada, abandonada finalmente al no ser capaz de decidir qué hacer con ella.
    Beau la hizo girar ágilmente entre sus dedos.
    —Parece uno de los botoncitos de mis zapatillas—dijo
  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    Los pasadores, por supuesto, también cederían ante sus envites. Todo el mundo lo hacía, todo cuanto la rodeaba. Siempre, desde el día en que nació, las cosas habían sido como ella quería que fueran. Y si no era así, ella se encargaba de hacer lo necesario para darle la vuelta a la situación
  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    Como una autómata, Lucy se sentó sobre la maleta.
    Entonces se preguntó por qué nunca hasta ese momento se había fijado en lo fríos que eran sus ojos azules. Deslumbrantes, fríos y vacíos
  • Dianela Villicaña Denaцитує2 роки тому
    Sin duda era mejor como profesora de francés que como psicóloga. Eso había quedado claro.
    Podría escribir un libro sobre fisonomía y carácter. Al menos en eso no se había equivocado. O casi
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