Stendhal en Mauthausen es un libro a dos voces: un diálogo entre un padre y un hijo en la distancia del tiempo. Llibert es hijo del deportado Joan Tarragó, quien pudo volver de Mauthausen, a pesar de haberse exiliado en Francia. De ahí el nombre de Llibert, símbolo de la libertad recuperada. El padre pidió a su hijo que escribiera sus memorias. Pero el hijo tenía por entonces veinte años y dudaba si podría enfrentarse de nuevo a los horrores que había oído en casa cuando era un niño y se escondía de los adultos ex-deportados que visitaban a su padre y compartían sus experiencias.
Pocos años antes de morir, Joan Tarragó escribió sus memorias del campo de Mauthausen, su reclusión de cuatro años y cuatro meses en convivencia con la muerte. Al cabo de más de cuarenta años, Llibert se suma al padre con su escritura de la memoria.
El título Stendhal en Mauthausen rinde homenaje quienes mientras leían escapaban, por unos instantes, del infierno.