Adelgaza con éxito usando la comida a tu favor

Si estás deseando comer mucho helado puedes estar necesitando grasa y/o lácteos.

glucógeno. La diferencia con el azúcar refinada es que las frutas tienen muchos nutrientes y no fatiga el sistema digestivo al procesarlas como lo hace el azúcar refinada.

Las frutas al igual que los dulces, tienen azúcar que ingresa al torrente sanguíneo rápidamente y le proporciona de forma acelerada a las células su combustible básico

Cuando ha habido mucho diálogo interno, la boca pide algo crujiente para escuchar el sonido del masticar y callar la mente.

Nuestro cuerpo pide sopa cuando hace frío, cuando hemos recibido una noticia impactante, cuando nuestro sistema inmunológico está deprimido, cuando nuestra alma está triste y cuando necesitamos sentirnos vivos.

Comemos picante por lo general porque queremos calentar nuestro cuerpo. También cuando vivimos fuera de nuestro país de origen, queremos conseguir un sabor tradicional de nuestra comida criolla que no tenemos y entonces buscamos sobre saborizar la comida. Así mismo, el chile se usa como remedio para la tristeza porque el cuerpo quiere calentar los pulmones y lo logra con este alimento.

el agua que ingerimos en las ciudades tiene muy pocos minerales debido al alto grado de procesamiento a la cual es sujeta, es por esto que es común que nuestros cuerpos nos pidan minerales... nos pidan sal.

Cuando el cuerpo nos pide dulces normalmente es porque está agotado, no tiene energía y cuando es hora de comer lo que quiere es que le suplan lo más rápido posible su combustible.

Confía en lo que tú quieres no en lo que los demás te dicen que debes comer.

Atrévete a preguntarle a tu estómago que clase de comida quiere, y así con cada uno de los órganos que componen tu sistema digestivo (intestinos, ano, recto, páncreas, vesícula, hígado, boca, estómago, faringe, glándula salivar, esófago, lengua, dientes, encías). Si al consultar al estómago por ejemplo no tienes una respuesta clara, consulta a otro órgano, pero siempre confía más en los órganos de tu cuerpo que en tu mente. Cualquiera de ellos te dirán con más precisión lo que realmente tu necesitas.