Diálogos socráticos

Cosa de reír es, Sócrates, que pienses haya diferencia alguna entre que el muerto sea un extraño o un doméstico, y no haya que observar únicamente esto: si el matador mató o no en justicia; y si con justicia, dejarlo correr; pero si no, hay que perseguirlo

Que si ahora te vas de aquí, te vas no por injusticia de nosotras las Leyes, sino por injusticia de hombres.

hay que tener en más que el vivir el vivir bien.

de entre las opiniones de los hombres hay que hacer gran aprecio de unas y no de otras.

sólo me dejo persuadir por aquella razón que, bien considerada, me parezca la mejor entre todas.

este fervor de tu ánimo sería merecedor de todo, con sólo que estuviera bien dirigido

¿ves, Sócrates, cómo es necesario preocuparse de la opinión de la mayoría? Que las cosas que están pasando ponen bien de manifiesto que la mayoría es capaz de llevar a cabo, no insignificantes maldades, sino casi casi las máximas, si uno está de mala reputación ante ella.

¿qué más vergonzoso que dar la impresión de tener en más a los dineros que a los amigos?

Pero es ya tiempo de marchar: que yo tengo que morir, y vosotros tenéis que vivir.

Mas quién de nosotros vaya a lo mejor, cosa es, para todos menos para el dios, desconocida.

Y en lo demás también son más bienaventurados los de allá que los de acá; y, si es verdad lo que se dice, serán ya para el resto del tiempo inmortales.