Conocía a Lysandra desde que ambas tenían diez años, y en los siete transcurridos la asesina jamás había coincidido con ella sin sentir ganas de lanzarle un ladrillo a la cara. O de tirarla por la ventana. O de ensayar con ella alguna de las muchas atrocidades que Arobynn le había enseñado.
Alison Reynosoцитує5 років тому
—Te quiero —susurró contra la boca de Celaena—. Y de hoy en adelante, no quiero separarme de ti. Allá donde vayas, iré yo. Aunque tenga que ir al mismo infierno, allá donde tú estés, quiero estar yo. Por siempre.
Alison Reynosoцитує5 років тому
—Te quiero —repitió mientras volvía a agitarla—. Desde hace años. Y Arobynn te hizo daño y me obligó a mirar porque siempre lo ha sabido. Pero si te obligase a elegir, tú escogerías a Arobynn y eso… yo… no… puedo… soportarlo.
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Me he pasado todos y cada uno de los días intentando reprimir el impulso de cortarle el cuello a Arobynn. Y él sabía que quería matarlo.
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—Y yo siempre estaré encantado de trabajar contigo
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Otra gran aventura de Celaena Sardothien, ¿verdad?
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—Podrías haberme dejado morir —musitó Celaena—. Me sorprende que no hayas bailado sobre mi tumba.