María Gripe

La Hija Del Espantapájaros

Повідомити про появу
Щоб читати цю книжку, завантажте файл EPUB або FB2 на Букмейт. Як завантажити книжку?
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    Un pez fuera del agua: eso había sido ella en la ciudad; pero ahora volvía a su verdadero elemento.

    El mundo de la ciudad había sido como un extraño sueño; un sueño bueno, quizás, para haberlo soñado, pero del que era agradable despertar.
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    —¿Cómo se llama? —susurró débilmente.

    —Loella.

    Cuando, por fin, miró al hombre, él estaba de nuevo en el sitio de Papá Pelerín, con los brazos abiertos, igual que el espantapájaro
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    P.D. ¿Cómo está Fredrik Olsson? Aquí te mando un sobre con sellos extranjeros que me han regalado. La próxima vez que tú o tío David vayáis al bosque, ponedlo en el brazo de Papá Pelerín . Fredrik se lo llevará. El me dio a mí muchas cosas, cuando estaba sola. Sabrá que yo se los mando .
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    Recordó la última vez que había imitado a un pájaro, en el tejado de su cabaña, para asustar a Agda Lundkvist y a su marido. Pero entonces era un pájaro triste y ahora era uno lleno de felicidad
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    Las cosas más importantes suelen suceder cuando ya parece que no queda ninguna esperanza
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    Ahora comprendía que las palabras podían ser algo maravilloso. Bien usadas, eran capaces de romper las barreras entre las cosas de la tierra y del alma, y de crear algo más que una simple charla.
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    Muchos le demostraban cierto interés; pero ella había nacido desconfiada y era incapaz de aceptar a nadie sin haber tomado antes sus precauciones.
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    Cuando uno necesita convencerse de algo y no tiene pruebas suficientes para estar seguro, suele actuar de un modo insensato, como Loella; porque es más fácil creer en algo que también los demás creen. Y como ahora todos creían que las cartas se las mandaba su padre, a ella le parecía más lógico pensar que existía.
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    Cuando una frambuesa cuelga en su rama, en el bosque, es redonda y roja; tiene su propia forma y color. Pero cuando alguien la coge y la echa en una cesta, entre cientos más, forma parte del montón, desaparece. La niña, tropezando en el pavimento de la ciudad y saludando a los desconocidos, se sentía como la frambuesa en la cesta.
  • LADY BIRDцитує5 років тому
    Se quedó quieta en el mismo sitio, dándoles la espalda, inmóvil como una estatua que llevara cientos de años en la misma plaza. Como alguien que ha visto y oído muchas cosas en este mundo y conserva su dignidad y sus recuerdos. Y no lo fingía: se sentía de verdad ajena a cuanto sucedía allí. Sus ojos oscuros se perdían, serenos, en un punto lejano.
fb2epub
Перетягніть файли сюди, не більш ніж 5 за один раз