Con frecuencia pensamos que nuestra realidad diaria está formada sólo por aquellas situaciones que obedecen a una lógica racional y que todo hecho que no se ajuste a los parámetros establecidos cae dentro de la imaginación de la persona o de su capacidad para admitir la superstición. En este libro se recogen un total de treinta historias personales, de gente normal y corriente que nos hace pensar que lo de la lógica racional no se cumple en todos los ámbitos de la vida.