¿Cómo distinguir entre todas las vivencias interiores cuáles son motivadas por Dios, cuáles por nuestra naturaleza humana y cuáles por el mal? ¿Cómo podemos sacar provecho de los momentos de consolación espiritual? ¿Cómo atravesar las etapas de desolación sin alejarnos de la fe? Frente a estos interrogantes se vuelve necesaria la gracia del discernimiento espiritual. Discernir lo que agrada al Señor ha sido durante muchos años una ayuda práctica en el camino en la fe de quienes buscan reconocer y seguir decididamente las inspiraciones y acciones de Dios. A su vez, esta publicación resulta una valiosísima herramienta para la tarea pastoral.