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Susan Cain

El poder de los introvertidos

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  • Tesaцитує6 років тому
    Nos dicen que ser grande es ser audaz; que ser feliz es ser sociable.
  • Tesaцитує6 років тому
    especialistas de nuestro tiempo suelen coincidir en varios puntos importantes, como, por ejemplo, el de que introvertidos y extrovertidos difieren en el grado de estimulación del exterior que necesitan para rendir. Los primeros se sienten bien con estímulos menores, como el beber vino con un amigo íntimo, resolver un crucigrama o leer un libro, y los segundos disfrutan con el incentivo añadido que suponen actividades como la de conocer gente nueva, esquiar por pendientes resbaladizas o subir el volumen de la música
  • Tesaцитує6 років тому
    Si es usted introvertido, sabrá también que los prejuicios contra los callados pueden causar un hondo dolor psíquico. Habrá oído, en su infancia, a sus padres disculparse por su timidez («¿Por qué no puedes ser más como los Kennedy?», le preguntaban siempre a uno de mis entrevistados sus padres, obsesionados con la presidencia de JFK), y en la escuela le habrán instado a «salir del caparazón», expresión por demás nociva que pasa por alto la existencia de animales que llevan consigo esa cubierta de forma natural allá adonde van, igual que algunos seres humanos. «Todavía me resuenan en la cabeza los comentarios que tuve que aguantar de niño: que si era un vago, que si estúpido, que si lento, que si aburrido… —escribe uno de los integrantes de cierto foro cibernético llamado Introvert Retreat—. Cuando alcancé la edad suficiente para suponer que era introvertido y punto, ya era tarde para desprenderse del convencimiento de que había algo consustancial a mi persona que no iba bien. Ojalá pudiese encontrar el lugar en que duerme ese vestigio de duda para eliminarlo».
  • Bonzo Poeцитує11 годин тому
    las personas sensibles muestran una complejidad poco frecuente en su forma de pensar. Tal cosa podría ayudar a explicar por qué las aburren las conversaciones insustanciales. «Para quien posee mecanismos de razonamiento más complicados, hablar del tiempo o de destinos vacacionales no reviste, ni de lejos, el mismo interés que dialogar sobre principios o moral[12]».
  • Bonzo Poeцитує5 днів тому
    El gozo aparece en la frontera que se extiende entre el aburrimiento y la ansiedad, cuando los retos se hallan en equilibrio con la facultad para actuar de la persona.

    MIHALY CSIKSZENTMIHALYI[1]
  • Bonzo Poeцитує12 днів тому
    Los psicólogos debaten a menudo sobre la diferencia entre temperamento y personalidad. El primero se refiere a las pautas emocionales y de conducta innatas y de base biológica que pueden observarse durante los primeros años de vida, y el segundo, al complejo estofado que resulta después de añadir a la receta la influencia cultural y la experiencia personal del individuo. Hay quien dice que aquel constituye los cimientos, y este, el edificio[4].
  • Bonzo Poeцитує12 днів тому
    Muchas de nuestras instituciones ciudadanas más importantes, desde las elecciones hasta los juicios con jurado popular o la idea misma del gobierno de la mayoría, dependen de las voces discrepantes. Sin embargo, cuando el grupo es capaz de cambiar literalmente nuestra percepción, y cuando el hecho de divergir dispara sentimientos primitivos, poderosos e inconscientes de rechazo, la buena salud de estas da la impresión de ser mucho más vulnerable de lo que pensamos.
  • Bonzo Poeцитує19 днів тому
    No es que los introvertidos no podamos mostrar entusiasmo: es que no somos tan expresivos como los extrovertidos.
  • Bonzo Poeцитує20 днів тому
    Cierto capitalista de riesgo muy próspero que debe soportar a menudo las monsergas de jóvenes empresarios se mostraba frustrado por la incapacidad de sus colegas para distinguir entre el don para la oratoria y las verdaderas dotes de mando. «Me preocupa que haya personas ocupando puestos de autoridad por el simple hecho de hablar bien y que, sin embargo, carezcan de buenas ideas —aseveraba—. Es muy fácil confundir la verborrea con el talento. Se premia a quien parece un buen presentador, a aquel con quien da la impresión de que puede uno llevarse bien; pero ¿por qué? Sin duda son rasgos valiosos, aunque les damos demasiada importancia y no apreciamos lo suficiente la enjundia y el pensamiento crítico».
  • Bonzo Poeцитує2 місяці тому
    Estados Unidos experimentó el cambio de una «cultura del carácter» a una «cultura de la personalidad», según la expresión empleada por el célebre historiador social Warren Susman, e inauguró con ello un período de angustias personales del que quizá no lleguemos nunca a recuperarnos[2].

    El ideal de la cultura del carácter era una persona seria, disciplinada y respetable. En él no importaba tanto la impresión que pudiese dar uno en público como la conducta que observara en privado. La palabra personality («personalidad») no existía en inglés hasta el siglo XVIII, la idea de «tener una gran personalidad» no se generalizó hasta el XX[3]. Sin embargo, al adoptar esta segunda cultura, los estadounidenses comenzaron a centrar su atención en cómo los percibían los demás, a sentirse cautivados por personajes atrevidos y divertidos. «El papel social que exigía la nueva cultura de la personalidad era el de un intérprete —al decir de Susman—: todo estadounidense debía convertirse en actor».
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