Gerrard es uno de los solteros más codiciados de Londres. No tiene el menor interés en el matrimonio, sino que reserva toda su pasión para la pintura. Su objetivo es pintar los fabulosos jardines de una mansión, pero su dueño le pide que antes retrate a su hija Jacqueline. Que resulta ser muy diferente de la jovencita insulsa que Gerrard esperaba encontrar…