Entre la luz

En 1954, Alan Turing trabajó en la morfogénesis: la capacidad de todas las formas de vida para crear cuerpos cada vez más complejos a partir de orígenes increíblemente simples.

Umberto Eco en «Viaje a la hiperrealidad» (1975) nos dice: «cuando hay una imitación —hipopótamo, dinosaurio o serpiente de mar— no lo es tanto porque no sería posible el tener el equivalente real sino porque se quiere que el público admire la perfección de la imitación y su obediencia al programa… en un parque zoológico el cocodrilo estará dormido, o escondido, pero Disneylandia nos dice que la naturaleza falsificada corresponde más a nuestras demandas de ensueño».

Así pues, si la realidad es aquello que no desaparece cuando dejamos de creer en ello, podemos deducir correctamente que la realidad está formada por retazos de caricaturas, música en acetatos y conceptos bellos de tan falsos.

Phillip K. Dick dijo alguna vez que la realidad es aquello que no desaparece cuando dejas de creerlo.

El libro-papel se aleja de mi poder adquisitivo. La red permite abaratar costos.

En ocasiones una película de culto es una señal para unos pocos, y saber que otro la disfrutó tanto como tú convierte el mundo de un páramo lleno de ignorantes a un mundo donde unos pocos elegidos saben.

Las culturas emergentes lo son por emerger de donde nadie sospechaba, y porque son necesarias en tiempos de emergencia.

Su primera filosofía es la existencia, son porque son. Nacieron porque podían nacer. Su primer acto de fuerza es ser.

o hay un abanderado al cual se le pueda arrebatar muy fácil el estandarte. Hay un montón de banderitas tatuadas en mil pieles, para erradicarlas, deberás encargarte de cada una de ellas, mientras otras son tatuadas exponencialmente.

En 1954, Alan Turing trabajó en la morfogénesis: la capacidad de todas las formas de vida para crear cuerpos cada vez más complejos a partir de orígenes increíblemente simples.

Blancanieves, 1937

Walter Elias Disney se convirtió en Blancanieves. Mordió una manzana llamada cáncer que lo hundió en un sueño eterno. Pero los laboriosos enanitos lo metieron en un ataúd de vidrio y al vidrio lo metieron en una unidad criogénica que descansa bajo Epcot Center en espera del beso del príncipe ciencia para despertarlo.

Eso dice la leyenda.