Guía de placeres para mujeres

La mujer da sexo para lograr amor. El hombre da amor para lograr sexo.

Acaricia lo que quieras (evita tocar genitales, ya sabemos que son excitantes) con una brocha, una pañoleta, un collar de perlas, un cubito de hielo, una pluma, o puedes utilizar una parte de tu cuerpo, como los pezones de tus senos, para acariciarlo.
Besa cada pliegue de su cuerpo, usa tu boca como un buscador de placer.
Tápale los ojos. Al bloquear un sentido, los demás se intensifican.
Átalo, toma el control y sólo permítele moverse cuando no aguante más.
Descubre zonas erógenas, éstas son zonas que, al ser estimuladas, proporcionan mucho placer. Estas zonas son personales y van cambiando a lo largo de la vida.

Aprender a no juzgarnos con severidad es una forma de amarnos y darnos la posibilidad de romper con límites creados por nosotras mismas. Informarnos es otra manera de quebrar estas barreras y lograr obtener mayor libertad sexual en nuestras vidas.

la inteligencia sexual puede ser cuantificada en una suerte de “coeficiente sexual”, y la estructura de esta inteligencia se compone de los conocimientos sexuales, la conciencia del Yo Sexual Secreto y la conexión con los demás.

veces, hay mujeres que sólo quieren complacer a su pareja y no están concentradas en su orgasmo; no lo desean y no lo buscan, y no por ello la relación es mala.

enseñado, desde niñas, que la mujer sólo puede y debe tener relaciones sexuales por amor, y no por deseo

Por qué nosotras no nos aprovechamos de ellos de la misma manera? ¿Por qué no aprendemos a sacarle provecho al deseo y la fantasía de ellos? ¿Por qué no usamos su cuerpo para nuestro placer? Porque no sabemos cómo hacerlo. Porque nos asusta el poder y no sabemos manejarlo.

(si él trata de convencerte de que sus espermatozoides son una crema natural antienvejecimiento, toma una cuchara, deposita ahí el semen y dile que hoy él será el beneficiario de un tratamiento facial; a ver si acepta).

Usa tu lengua para besar y lamer la cabeza del pene de tu compañero mientras con una mano acaricias el resto del falo y con la otra mano tocas sus muslos, testículos y abdomen.

Besa la parte interior de sus muslos,