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Italo Calvino

Bajo el sol jaguar

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  • cnhjdsvцитуєторік
    Con la nariz me di cuenta de que en la horda hay una hembra que no es como las demás, no es como las demás para mí para mi nariz, y yo corría siguiendo su huella en la hierba, explorando con la nariz todas las hembras que corrían delante de mí de mi nariz en la horda, y así la encontré y era ella la que me había llamado con su olor en medio de todos los olores y así la aspiro toda entera con la nariz aspiro su llamada de amor
  • Berenice Torresцитуєторік
    me di cuenta de que mi mirada no se detenía en sus ojos sino en sus dientes (tenía los labios entreabiertos en una expresión absorta), dientes que por primera vez veía no como el relámpago luminoso de la sonrisa sino como los instrumentos más adaptados para su función propia: la de hundirse en la carne, desgarrar, cortar. Y así como uno trata de leer el pensamiento de alguien en la expresión de los ojos, así miraba yo ahora esos dientes afilados y fuertes y sentía en ellos un deseo contenido, una espera.
  • Berenice Torresцитуєторік
    Mi error con Olivia era el de considerarme comido por ella, mientras que debía de ser, incluso era (siempre había sido) yo quien la comía. La carne humana de sabor más atrayente es la del que come carne humana. Sólo nutriéndome vorazmente de Olivia dejaré de ser insípido para su paladar.
  • Berenice Torresцитуєторік
    «Tal vez aquel sabor asomaba de todos modos... aun en medio de otros sabores...».
  • Berenice Torresцитуєторік
    Y así como uno trata de leer el pensamiento de alguien en la expresión de los ojos
  • Berenice Torresцитуєторік
    Esta necesidad que Olivia tenía de envolverme en sus emociones me era muy grata, porque me demostraba cuán indispensable le era yo y cómo para ella los placeres de la existencia eran apreciables únicamente si los compartía conmigo.
  • Berenice Torresцитуєторік
    Así como el barroco colonial no ponía límites a la profusión de los ornamentos y al lujo, por lo cual la presencia de Dios era identificada en un delirio minuciosamente calculado de sensaciones excesivas y desbordantes, así la quemadura de las más de cien variedades indígenas de pimientos sabiamente escogidos para cada plato, abría las perspectivas de un éxtasis flamígero.
  • Berenice Torresцитуєторік
    Sólo en la unidad de la pareja –pensaba– nuestras subjetividades individuales se amplían y completan.
  • Berenice Torresцитуєторік
    Sé que no tendré paz mientras no encuentre la huella de aquel olor enemigo y de aquel perfume amado, mientras uno no me haya puesto sobre la huella del otro, ya que el duelo en que abatiré a mi enemigo no me dará el derecho de arrancar la máscara que me esconde ese rostro.
  • Berenice Torresцитуєторік
    Tenía que darme prisa: también los perfumes de la memoria se evaporan
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