La hora de la estrella

Qué se puede hacer con la verdad de que todo el mundo esté un poco triste y un poco solo.

¿Por qué no caen las nubes, cuando todo cae?

Pero, al escribir, que se dé a las cosas su verdadero nombre. Cada cosa es una palabra. Y cuando no se la tiene, se la inventa.

pero no hay que olvidar que para escribir no-importa-qué mi material básico es la palabra.

Sí, es verdad, a veces también pienso que yo no soy yo, que es como si perteneciera a una galaxia lejana de tan extraño que soy a mí mismo. ¿Soy yo? Me asombro al encontrarme

El domingo ella se despertaba más temprano para quedarse con más tiempo sin hacer nada

Acabo de descubrir que para ella, excepto Dios, también la realidad era muy poco.

Pero no sabía disfrazar la realidad. Para ella la realidad era demasiado como para creer en ella. Además, la palabra «realidad» no le decía nada. Ni a mí, por Dios.

Siendo así, obedientemente se enfermaba y sentía dolores del lado izquierdo opuesto al hígado

Pero yo tengo plena conciencia de ella: a través de esa joven doy mi grito de horror a la vida. La vida que tanto amo