Viajeras al tren

Y heme aquí hoy, frente a vosotros,
lista para volver a partir.

Hélène Dutrieu

La vida es un tren que no para en ninguna estación; o saltas al exterior o te paras en la plataforma y miras cómo pasa.

Demostró que cualquier cosa que se propusiera alguien, con independencia de su género, era posible.

Allí se haría pasar por una desequilibrada padeciendo las horribles condiciones en que vivían las reclusas. El trabajo, fruto de diez durísimos días de internamiento, inauguró el hoy llamado periodismo de investigación.

Si un tren no se detiene en tu estación, entonces no es tu tren.

«Si a una mujer le gusta viajar, si ama lo extraño, lo misterioso y lo perdido, nada la mantendrá en casa»

Todas ellas nos hacen viajar al pasado o nos seducen con sus recuerdos, son lugares donde todo es posible, donde uno se siente en tránsito por la vida, donde se siente pasajero de sí mismo.

Estaciones también con sabor a despedida… El adiós de dos enamorados, con o sin lluvia, bajo las farolas o la luz inmisericorde de un atardecer, tristeza en el ambiente

«Si no nos importa nuestro pasado, no podemos tener muchas esperanzas en nuestro futuro».

Grand Central, como se conoce a la Estación Central de Nueva York, ha sido escenario de momentos irrepetibles, como el de la llegada de Zoe Gayton. Toda la magia y el glamour de los edificios del pasado se dan cita en este imponente edificio