El dolor dice: «¡Pasa! ¡Fuera tú, dolor!» Mas todo lo que sufre quiere vivir, para volverse maduro y alegre y anhelante,
- anhelante de cosas más lejanas, más elevadas, más luminosas. «Yo quiero herederos, así dice todo lo que sufre, yo quiero hijos, no me quiero a mí», - mas el placer no quiere herederos, ni hijos, - el placer se quiere a sí mismo, quiere eternidad, quiere retorno, quiere todo-idéntico-a-sí-mismo-eternamente.
El dolor dice: «¡Rómpete, sangra, corazón! ¡Camina, pier na! ¡Ala, vuela! ¡Arriba! ¡Arriba! ¡Dolor!» ¡Bien! ¡Adelante! Oh viejo corazón mío: el dolor dice: «¡pasa!»