—¿Cuántos sois?
—Sólo tres —respondió Denth.
—A menos que cuentes las mascotas —puntualizó Tonk Fah, haciendo equilibrar al pájaro en su pie.
—Volverá dentro de poco —dijo Denth—. Se pasó anoche por aquí, pero estabas dormida. De todas formas, sé que nos quedan al menos pocos meses de contrato, y nos pagaron la mitad por adelantado. Aunque decidas no pagar el resto, probablemente te debemos unas semanas más.
Tonk Fah asintió.
—Así que si hay alguien a quien quieras matar, ahora es el momento.
Vivenna vaciló, y Tonk Fah se echó a reír.
—Vas a tener que acostumbrarte a nuestro terrible sentido del humor, princesa —dijo Denth—. Suponiendo, claro, que vayas a conservarnos.
—Ya he dado a entender que os conserv