Elogio de la homosexualidad

Uno de los principales retos de nuestro tiempo, quizá el principal, es lograr definitivamente que, incluso en los peores escenarios de presión gregaria y sumisión a la norma, la vergüenza cambie de bando.

De este modo, las mujeres han desarrollado una relación distinta con la homosexualidad. De hecho, se han convertido en aliadas decisivas en el asalto a la ciudadela donde se conservan las esencias de nuestros antepasados. Esta alianza natural de todos los homosexuales con las mujeres, a la que se suman legiones de bisexuales y heterocuriosos (caballo de Troya de la libertad), está logrando asaltar con éxito la fortaleza de las viejas esencias.

El objetivo del lenguaje inclusivo no es hacer desaparecer las injusticias, sino todo lo contrario: hacerlas aparecer.

Prueba de que el probl

Al menos en los asuntos humanos, el lenguaje tiene el poder de reunir y agrupar en la realidad las semejanzas agrupadas en el concepto y, en esa medida, tiene poder para trasladar al mundo los enlaces con los que se tejen las palabras.

No cabe duda de que la sexualidad de los hombres es culturalmente estimulada y la de las mujeres culturalmente reprimida.

Cuando Freud, por ejemplo, considera la amistad como «amor de fin inhibido»

Seguramente lo hayamos olvidado ya todos —se llama olvido por represión y consiste en expulsar de la mente las cosas que no es saludable mantener dentro—, pero esto ha ocurrido.

Si se renuncia a todo a favor de la maternidad, lo más probable es que se exija a los hijos una compensación afectiva que ellos no van a ser capaces de dar;

Es frecuente que el querer ser madre (o, peor aún, el sentir que se debe ser madre para ser una mujer plenamente realizada, es decir, capaz de realizar plenamente la esencia «mujer») implique renunciar a una vida profesional fuera del hogar, incluso renunciar a toda vida social y construir por completo la identidad alrededor de la maternidad. Esto tiene consecuencias perjudiciales tanto para las madres como para los hijos.