Tuya

El doctor vienés Franz Joseph Gall desarrolló la teoría de la frenología, que tuvo mucha aceptación por aquella época.

L’uomo delinquente. Tal el título de un trabajo realizado por Cesare Lombroso, un excirujano del ejército y director del Asilo de Pesaro, en el cual, y después de estudiar más de seis mil casos de personas que habían delinquido, encontraba ciertas características o peculiaridades físicas que, supuestamente, tendían a repetirse.

Para Lombroso, el típico delincuente tenía mandíbula ancha, orejas grandes, brazos largos y pómulos altos.

Lo que le hicieron a esa mujer no tiene nombre. Sobre todo su sobrina. Una está preparada para que un hombre la cague, eso es un clásico.

Lo que le hicieron a esa mujer no tiene nombre. Sobre todo su sobrina. Una está preparada para que un hombre la cague, eso es un clásico.

No había vuelta que darle, lo había visto con mis propios ojos. Y los ojos de una no mienten. A lo sumo una puede cerrarlos

«No me gustaría que lo que voy a contarte empañe tantos años de felicidad». «No te preocupes; lo empañó, pero yo ya le pasé un trapo»,

«Con los hombres es más peligroso un ramo de flores que una cachetada».

Porque en el fondo Ernesto, y ése es su grave problema, es un chico. No termina de crecer nunca. Y yo a veces me canso de hacerle de madre. Porque por más que una quiera a un hombre, una tiene sus límites, y hay momentos en que, francamente, le pegaría un tiro.

No se llora sobre la leche derramada. Se trae un trapo y se limpia.

sociedad es muy machista, hay que aceptarlo.