El obstáculo es el camino

Nicholas Taleb definió a un estoico como alguien que “transforma el temor en prudencia, el dolor en información, los errores en iniciación y el deseo en obra”.

la persona que ha ensayado en su mente qué podría marchar mal no será tomada por sorpresa. La persona dispuesta a ser desalentada no lo será. Tendrá la fuerza de soportarlo. Es poco probable que se desanime, abandone su tarea o cometa un error en ella.

Recuerda una de las frases preferidas de Epicteto: “Persiste y resiste”. Persiste en tus esfuerzos. Resiste la tentación de la distracción, el desaliento o el desorden.

Mejor aún, no perdió la cabeza mientras todos los demás se volvían locos.

Aceptarlos?

Sí, puesto que en realidad son oportunidades para probarnos a nosotros mismos, intentar cosas nuevas y, en definitiva, triunfar.

incertidumbre y el miedo se alivian con la autoridad. La capacitación es autoridad. Es una válvula de escape. Con suficiente exposición, puedes descartar los ordinarios y hasta innatos temores que proceden sobre todo del desconocimiento. Por fortuna, el desconocimiento es simple (no fácil) de resolver, lo que vuelve posible aumentar nuestra tolerancia al estrés y la incertidumbre.

ocupado y demasiadas personas cuentan conmigo.

Supongo que es algo que está en mí. No puedo darme el lujo de permitir que esto me sacuda ni de repetir voces de alarma en mi cabeza. Estoy muy

nuestra percepción de los acontecimientos nos vuelve cómplices de la creación —y destrucción— de cada uno de nuestros obstáculos.

“Esto no me afectará. Habría preferido que no sucediera, pero yo decido cómo influirá en mí; nadie más tiene ese derecho”.