El Médico

debes trabajar más arduamente y a mayor velocidad que los demás

Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.

Eclesiastés 12:13

Te alabaré porque formidables, maravillosas son tus obras.

Salmos 139:14

En cuanto a los muertos, Dios los despertará.

Corán, S. 6:36

Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.

Mateo 9:12

Sin detenerse ante nada para combatirlo, nunca dejó de sentir —como había sentido el primer día en el

maristan
—una oleada de prodigiosa gratitud por haber sido elegido, porque la mano de Dios se había acercado para tocarlo a él

Lo que sentiste en las manos de Ardis y la vida que percibes ahora en mí... Sentir estas cosas es un don del Todopoderoso. Un don maravilloso. No es malo y no debes temerlo. Tampoco intentes comprenderlo ahora. Ya tendrás tiempo de entenderlo. No temas

Mary todavía se ruborizaba fácilmente. Era algo que nunca cambiaría, pensó Rob, satisfecho. Mientras lo llevaba a la casa principal, trataron de mantenerse abrazados, pero se les enredaron las piernas y sus caderas chocaron, y en seguida rieron tanto y sin parar, que Rob temió que las carcajadas estorbaran la consumación del acto amoroso, pero quedó demostrado que eso no era ningún obstáculo.

Rob aceptó sus palabras de inmediato. Había estado dispuesto a aceptarlas durante veintidós años y ahora sintió un júbilo creciente que se vio ahogado por una cautela culposa, una sensación de que algo marchaba mal. Comenzó a incorporarse, pero el otro siguió sentado, observándolo con un cálculo vigilante que llevó a Rob a sentarse de nuevo.

Qué son las ordalías?

—La Iglesia utiliza cuatro: agua fría, agua caliente, hierro caliente y pan consagrado. Te diré que el obispo Aelfsige prefiere el hierro caliente. Te darán a beber agua bendita, que también salpicarán en la mano que utilizarás en la ordalía. Tú puedes elegir

Hemos venido a arrestaros, Robert Jeremy Cole, para presentaros ante la justicia de Dios

—La medicina es como una lenta obra de albañilería —razonó Rob—. Somos afortunados si en el plazo de una vida podemos poner un solo ladrillo. Y si podemos explicar la enfermedad, alguien que aún no ha nacido estará en condiciones de conseguir su curación.

El Liceo original, cerca de la antigua Atenas, era el ámbito donde Aristóteles pronunciaba sus discursos; él no era Aristóteles, pero había sido instruido por Ibn Sina y enseñaría a aquellos médicos londinenses como podía ser una clase de medicina