Minimalismo

vida de disciplina, atención, conciencia e intencionalidad.

la piedra angular es una vida plena y con sentido. Hemos de dejar de buscar la felicidad y comenzar a buscar el sentido. Si nuestras acciones a corto plazo están alineadas con nuestros valores a largo plazo, todo lo que hagamos tendrá significado.

Para que el nuestro sea el edificio más alto de la ciudad, tenemos que derribar todos los demás.

Categorías. Determina lo que es verdaderamente necesario identificando todos tus gastos mensuales sobre la base de los últimos seis meses, y luego divide estos gastos en tres categorías, tal como lo describimos «Need, Want, Like» (minimalists.com/want). Anota en un papel todos los gastos (alimentos, vivienda, servicios públicos, seguros, automóviles, gas, transporte, ropa, tarjetas de crédito, teléfonos, internet, mascotas, entretenimiento, etc.); comprueba hasta tres veces la lista con tu pareja o con algún amigo; y luego aplica tus categorías de «lo que necesito, lo que quiero, lo que me gusta» para priorizar y recortar por donde puedas. Cuanto más estricto seas, más pronto serás libre.

Cuando lo reduces a lo más simple, resulta que el dinero no es más que otra capa de seguridad. Pero vale la pena identificarlo como un ancla por derecho propio, por lo que tiene de fortaleza para tanta gente, por la importancia que nuestra cultura otorga al dinero, porque suele ser la razón principal por la que la gente sigue haciendo cosas que detesta. «¡Tengo que pagar las facturas!» es una pobre excusa. Está claro que tienes que ganarte la vida, pero eso puedes hacerlo buscando tu pasión.

La mejor manera de escapar de la influencia destructiva del estatus y de los estereotipos culturales que lo acompañan es bajar el volumen. Para nosotros dos, esto se tradujo en dar menos valor a lo que la gente pensaba sobre nuestros trabajos, y demostrarles por qué tenían que dar más crédito a nuestras nuevas identidades, que eran transferibles a prácticamente todo lo que hacíamos, no solo a nuestras carreras.

En lugar de cultivar una pasión, en lugar de buscar nuestra misión, nos calmábamos con caprichos efímeros, que nos procuraban emociones que no duraban mucho más que la cola de la caja.

Y a ti qué te apasiona?». Esta respuesta redirige completamente la conversación, cambiando su trayectoria de lo que ambos hacéis a lo que a ambos os apasiona, lo cual es mucho más interesante.

Las relaciones más fuertes son relaciones que se dan apoyo mutuo: es decir, no es solo que te importe la otra persona, sino que te emocionas de verdad cuando está emocionada, te sientes feliz de verdad cuando se siente feliz y la animas a crecer cuando tú creces, lo cual os permite crecer el uno junto al otro.

Cuando confías absolutamente en una persona, estás abierto –eres tu verdadero tú–, lo cual fomenta que la relación sea lo más cercana posible. La confianza genera más confianza y eso favorece la sinceridad de ambas partes.