Cuando estáis empezando y tenéis ideas completamente diferentes sobre lo que es el amor, la pareja, el compromiso emocional y, además, tenéis ritmos diferentes a la hora de profundizar en la relación. Cuando cada cual tiene deseos y metas que no son compatibles, ni tú puedes obligar a tu pareja a que lleve tu ritmo ni te pueden obligar a aceptar el de la otra persona. Las mujeres tendemos a adaptarnos a lo que hay, a lo que nos ofrecen, pero resignarnos nos genera un dolor y un rencor que no nos hace bien.