Ми використовуємо файли cookie для покращення якості роботи сайту Bookmate та наших рекомендацій.
Для отримання додаткової інформації ознайомтеся з нашою Політикою щодо файлів cookie.
Прийняти все cookies
Налаштування файлів cookie
Svg Vector Icons : http://www.onlinewebfonts.com/icon Щось трапилось. Спробуйте ще раз.
Las futbolistas que desafiaron a Mussolini, Estefanía Asins, Federica Seneghini
es
Книжки
Estefanía Asins,Federica Seneghini

Las futbolistas que desafiaron a Mussolini

  • Yatzel Roldánцитує2 місяці тому
    Si hubiese un deporte que la mujer no debiera practicar
    es, justamente, el fútbol.
    LO SPORT FASCISTA, diciembre de 1931
  • Paulina Chaviraцитує2 роки тому
    Debíamos hacer todo con moderación porque, obviamente, éramos mujeres.
  • Sol Ríosцитує20 годин тому
    —Prefiero esperar a que caiga el fascismo. Porque el fascismo caerá. No puede durar eternamente, ¿verdad?

    Todos nos quedamos callados
  • Sol Ríosцитує20 годин тому
    —Y entonces, ¿qué hacemos?

    —Pues se tira para adelante, eso hacemos.
  • Sol Ríosцитує20 годин тому
    Ahora que llegaba el final, nos queríamos quitar la espinita de hacer las cosas tal y como deseábamos si hubiésemos vivido en otra época.
  • Sol Ríosцитуєучора
    No sé si existe la mala suerte. O si tan solo es una justificación usada por quien es pobre o por quien siente que es un fracaso.
  • Sol Ríosцитуєучора
    Le confieso que, normalmente, no temo a ninguno. No por chulería o porque subestime a mis adversarios, sino porque tengo una fe inquebrantable tanto en mí como en mi coche.
  • Sol Ríosцитує18 днів тому
    ¿Cuántos años habrán pasado? ¡Ya lo sé! Creo que fue en 1924. No, no, fue en 1925. La época en la que los fascistas empezaron a bañarse en la sangre de quienes no pensaban como ellos.
  • Yatzel Roldánцитуєминулого місяця
    Todavía podemos apreciar un retrato suyo en el restaurante La Pesa de via Pasubio, en Milán, donde fue a comer durante toda su vida.
  • Yatzel Roldánцитуєминулого місяця
    Entendí al vuelo que seguiríamos luchando y que ese equipo sería siempre nuestro equipo, y que, si no nos dejaban jugar al fútbol, encontraríamos otro deporte y lo daríamos todo en él. Y bueno, al fútbol jugaríamos más tarde, cuando por fin nos librásemos de los fascistas. Así les enseñaríamos quiénes eran las hermanas Boccalini.
fb2epub
Перетягніть файли сюди, не більш ніж 5 за один раз